«Tenemos un cerebro por una única razón: producir movimientos complejos y adaptables como la única forma de que disponemos de influenciar al mundo que nos rodea«

Daniel Wolpert

La neurociencia nos indica que un ambiente enriquecido de forma cognitiva, física o social, unido a la diversidad de estimulaciones, produce una mayor activación cerebral y potencia la neuroplasticidad humana. En base a ello se ha creado un importante campo de conocimiento que estudia el papel del ambiente como factor de estimulación neuronal que abarca desde la arquitectura hasta la pedagogía, pasando por el ejercicio físico.

A través del movimiento interactuamos e influenciamos sobre lo que nos rodea que a su vez es lo más relevante para el cerebro. Parte del efecto que tiene un ambiente enriquecido se da a través de la realización de movimientos complejos y la adquisición de habilidades motoras. Esa compleja coordinación del cerebro y del resto del organismo para dar una respuesta a las condiciones del entorno puede llegar a exigir al cerebro un nivel alto de su capacidad.

Se sabe que el ejercicio físico y el ejercicio cognitivo, por separado, son dos tipos de intervenciones no farmacológicas prometedoras por sus efectos neuroprotectores. Pero también podemos entender el movimiento como una actividad cognitiva compleja susceptible de ser modulada para potenciar el nivel de estimulación neuronal. El desafío de la novedad y la complejidad así como la repetición y el descanso neuronal programado son factores importantes del Ejercicio Enriquecido para aumentar el nivel neuroestimulador de la experiencia. Unido a eso también se produce un aumento del gasto metabólico cerebral que resulta interesante para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.

El concepto de Ejercicio Enriquecido pretende enfatizar la importancia del ejercicio físico para el desarrollo y la salud del cerebro. Algunos trabajos apuntan los beneficios de un trabajo físico-cognitivo complementario, pero en el ámbito de la salud no se encuentran referencias sobre los beneficios de un trabajo simultáneo como el que se propone en el Ejercicio Enriquecido.

En el EJERCICIO ENRIQUECIDO se presentan actividades con tareas duales: físicas y cognitivas que deben atender a la vez:

– Las adaptaciones meramente físicas de los sistemas de soporte involucrados en el funcionamiento del cerebro, como el cardiovascular, el respiratorio, el muscular y el metabólico.

– Y el incremento del nivel neuroestimulador que pasa por aumentar la percepción, la complejidad motriz y el nivel de cognición .

Este concepto entiende funcionalmente el cerebro como un músculo, que al estimularlo desarrolla su capacidad funcional. El cerebro necesita ser eficaz pero sobretodo ser eficiente y la mejor forma de conseguirlo es a través de la predicción. Esa predicción que reduce el consumo energético y que aumenta su eficacia produce una paradoja, es menos estimuladora y reduce su capacidad neuroplasticidad. Su adaptación lo hace menos adaptable. No requiere una percepción exacta del entorno ya que se implementan respuestas ya conocidas que se han dado anteriormente en situaciones iguales o similares.

La neuroplasticidad debe ser el foco en un programa de Neuroejercicio basado en el concepto de Ejercicio Físico Enriquecido. Se deben ofrecer experiencias nuevas o complejas que supongan un desafío para reducir su capacidad de predicción y estimular patrones de actividad mental para creen más conexiones entre diferentes áreas del cerebro y que aumenten el tamaño y la complejidad de las dendritas y de las células nerviosas.

Con el Ejercicio Enriquecido se trata de presentar a la persona un amplio espectro de experiencias en forma de movimientos que le permitan generar cambios deseables en la estructura cerebral. La novedad, el cambio, la variabilidad, la transformación y el aprendizaje son parte principal en el desarrollo de una propuesta de Neuroejercicio. Se plantean nuevos desafíos, nuevos ejercicios y tipos de actividades, nuevas cadenas cinéticas, nuevos movimientos, diferentes planos, intensidades, ángulos, vectores de fuerza, aceleración, velocidades, tipos y ángulos de contracción, nuevos espacios, nuevos horarios, nuevos materiales, etc. Esa variabilidad constante es fundamental para la estimulación neuronal y para introducir un nivel de desafío que mantenga la motivación.

Sabemos que cualquier tipo de práctica física es beneficiosa para el cerebro. Pero esa orientación es una guía muy básica e impersonal y no consigue explorar al máximo los posibles beneficios. Comprender cómo el cerebro humano funciona y el efecto del Ejercicio Físico sobre su estructura y su función, permite el desarrollo de una sistemática para diseñar propuestas de Neuroejercicio como EXERCISE 4 BRAIN. Estamos al inicio de la elaboración de planes de ejercicio personalizados cuya finalidad es mejorar la salud global del organismo, con especial atención a la salud cerebral. No sirve de mucho tener una buena salud física si no va acompañada de una buena salud cerebral.

Esta perspectiva representa una nueva oportunidad de descubrir nuevas aplicaciones prácticas del ejercicio en la salud. Utilizando el ejercicio físico como una actividad cognitiva potenciamos la neuroplasticidad y con ello creamos la oportunidad de cambiar la propia vida de las personas, la sociedad y las próximas generaciones.

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